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Amanita muscaria: preparación y consumo

Amanita Muscaria setas agua

No hay ninguna otra seta más enigmática que la matamoscas, o Amanita muscaria que ya analicé al detalle.

Se trata de la seta más reconocible de todo el planeta.

Es muy conocida por ser el hongo alucinógeno responsable del viaje de Alicia al País de las Maravilla, y muy posiblemente de nuestras queridas imágenes de Papa Noel vestido de rojo con sus renos voladores.

Recolección

Amanita Muscaria setas bolsa

No me gustan las alucinaciones. Ni los retortijones estomacales, ya que estamos. Así que durante años ignoré este hongo durante mis salidas a la caza de setas. Hasta hace poco.

Estaba buscando unos Boletus edulis y, como todo cazador de estas setas sabe, la matamoscas es literalmente una bandera roja que indica que un boleto puede estar cerca: el motivo es que salen más o menos al mismo tiempo en sitios similares.

Y justo donde me encontraba en ese momento había miles de muscarias, como si se tratara de una marea roja en medio del bosque.

Según iba caminando mientras cogía boletos y otras magníficas setas, empecé a tener una conversación conmigo mismo:

– Sabes que puedes comerte esas amanitas, ¿verdad?

– Sí pero, en el caso de la Amanita muscaria, su preparación lleva bastante trabajo, ¿no?

– Probablemente, pero nunca tendrás una mejor oportunidad para experimentar que con todas éstas que tienes aquí.

– Vale, vale. Entonces cogí una bolsa distinta y empecé a recogerlas.

En poco tiempo llené una bolsa de la compra. De hecho, podría haber llenado la parte trasera de mi camioneta con estas setas. Pero también llevaba un buen botín de boletos, el premio del día.

Así que me ocupé primero de ellos. Mi deshidratador estuvo funcionando continuamente durante días. Preparé polvo de boleto, sequé trozos, cociné risotto de boleto e incluso regalé algunos.

Todo eso mientras mi bolsa de amanitas estaba desatendida en el garaje.

Consumo

Amanita Muscaria secas

Así que decidí hacer un poco de investigación sobre la Amanita muscaria, su consumo y la forma de prepararla.

Tengo un montón de libros sobre setas.

La mayoría de ellos dicen que la Amanita muscaria es tóxica y alucinógena.

Consideraciones exageradas

Algunos la consideran como letalmente venenosa, lo cual parece una exageración considerando que apenas se producen un puñado de muertes por culpa de esta seta.

Todos los casos tienen otras circunstancias agravantes.

Por cierto, una advertencia: parece que la matamoscas resulta atractiva para los perros y los gatos, y puede matarles si se la comen, ¡así que mantén alejadas a tus mascotas!

Por otro lado, parece que también existe toda una subcultura moderna dedicada a los viajes con esta seta, y su consumo para tener visiones se remonta a hace miles de años, sobre todo entre quienes vivían en los bosques boreales del norte.

Amanita Muscaria postal de navidad

 

Símbolo navideño

Finalmente recurrí a un libro que afirma que la matamoscas ha sido durante siglos un símbolo de la felicidad navideña en Europa Central, Rusia y Escandinavia.

Se le ha llamado “la luz roja que brilla en la oscuridad del invierno”. Y a los pueblos del norte les chiflan estos hongos.

Los cazadores de setas de latitudes más bajas solemos plantearnos una pregunta bastante habitual cuando vemos especies de setas menos comunes: ¿es comestible?

Pues bien, los rusos se la comen… Así que la Amanita muscaria entra dentro de esta categoría.

Históricamente, los siberianos hervían la matamoscas y luego se bebían la infusión para emborracharse. Entonces guardaban las setas para comerlas más adelante.

Al ganado de los siberianos le encanta esta seta. No me refiero a vacas, sino a renos.

Colocón

En efecto. Los caribúes buscan la Amanita muscaria sólo por el colocón (o al menos es lo que nos parece a los humanos).

Por lo tanto, no es muy descabellado formarse una imagen de un tío contento, gordo, borracho y con barba procedente del Polo Norte, y vestido con un traje rojo con remates blancos mientras se relaja junto a sus renos voladores.

Pero como dije, no me van este tipo de cosas. Así que investigué con mayor profundidad sobre la Amanita muscaria, su preparación y sus características.

Parece que las principales toxinas (o “ingredientes activos”) son el ácido iboténico y el muscimol. Al contrario de lo que ocurre con las amatoxinas de las amanitas mortales (la cicuta verde y el ángel de la muerte), el ácido iboténico y el muscimol son solubles en agua.

Tras investigar más, llegué a un artículo sobre cómo desintoxicar la matamoscas, y que demostró ser bastante revelador.

También me encontré con un largo artículo escrito por dos importantes micólogos que hablaban sobre la actitud cultural hacia la Amanita muscaria, su consumo.

Comestible pero nocivo

Todos los detalles sobre los motivos que explican que esta seta tenga una consideración tan especial: es comida, pero también un veneno y un alucinógeno.

Como comida, la matamoscas necesita una preparación especial. Aparentemente, la mayoría de las personas sólo se comen los sombreros se las setas más jóvenes.

Es necesario hervirlas en una gran cantidad de agua durante cierto tiempo, y luego tienes que tirar el agua.

Amanita Muscaria setas bosque

A continuación, la mayoría de las culturas optan por hervirlas como si fueran setas normales, o bien conservarlas en aceite.

De hecho, conozco a unos italianos que hacen esto mismo. Además, los japoneses de la ciudad de Nagano se comen la Amanita muscaria como encurtidos, al igual que los lituanos, los fineses y los rusos.

Además, encontré otro artículo sobre cómo comer la matamoscas, y al parecer está deliciosa.

También pude leer un otro artículo que sirve de advertencia y que está escrito por dos micólogos que, al parecer, no desintoxicaron suficientemente la muscaria.

La moraleja de ese artículo es que si quieres comer Amanita muscaria, su preparación supone usar un montón de agua y hervir lo mejor que puedas las setas.

Preparación

Amanita Muscaria setas agua

Y ahora vuelvo a la bolsa de la compra.

Para cuando me había armado con el suficiente valor como para ponerme a manipular estas setas, más o menos la mitad de ellas se habían estropeado.

Pero todavía me quedaban 10 buenos sombreros con los que experimentar.

Lo que explico a continuación es lo que hice para desintoxicar las setas.

Ten en cuenta

Ahora bien, si tomas la decisión de jugar con la Amanita muscaria, su consumo es responsabilidad completamente tuya.

Quita los sombrerosDiez litros de aguaHervir por 15 minutosCambia el agua

Primero quité los sombreros y los limpié con una brocha y con el lateral de un cuchillo. Entonces los corté en rodajas de algo más de medio centímetro.

Luego llené una olla con algo más de diez litros de agua, dejando unos siete u ocho centímetros de margen por arriba.

Añadí suficiente sal como para que el agua supiera salada y una taza de vinagre de sidra. Esto se debe a que hay varias fuentes que dicen que añadir sal y vinagre ayuda a extraer las toxinas.

Llevé el agua a ebullición, añadí los sombreros de las setas y dejé que hirvieran durante unos 15 minutos.

Luego colé las setas, llené la olla hasta la mitad con agua fresca y la llevé a ebullición. Entonces dejé hervir las setas durante otros 5 minutos.

¿Por qué? Si tenían demasiada sal o vinagre, esto sería de ayuda. Además, es mejor prevenir que curar.

La clave a la hora de hervir las setas es el tiempo y el volumen de agua.

Ten en cuenta

Debes usar suficiente agua como para extraer todas las toxinas de la seta, por lo que cuantas más setas hiervas, más agua necesitarás.

En cuanto al tiempo, parece que 15 minutos es un intervalo de tiempo bastante bueno, según mis fuentes.

Cuando las rodajas estuvieron listas tras este tratamiento, casi todo el color de los bonitos sombreros rojos se había ido.

Aun así, seguía teniendo un tenue color amarillo-marfil, pero las propias setas estaban pálidas y escurridizas. Vamos, que no estaban muy apetitosas.

Encontré una receta que las hacía fritas en mantequilla, así que las preparé así. Experimenté con la cantidad de rodajas correspondientes a un sombrero.

Cantidad pequeña

Con cualquier seta nueva, siempre es aconsejable empezar con una cantidad pequeña.

Sobre todo con una que tiene efectos potencialmente tóxicos.

Así que puse las rodajas en una sartén antiadherente y las salteé durante unos minutos.

Me pareció raro que no exudasen demasiada agua, así que añadí algo de mantequilla y un poco de sal. Me encantó ver cómo las rodajas se freían y se volvían crujientes. ¡Eso ya era otra cosa!

Probando las setas

Amanita Muscaria setas secas picadas

Las puse en un plato pequeño y les di un mordisco con cierta indecisión. Mentiría si dijera que no estaba un poco nervioso.

Textura y sabor

Primero me supieron a mantequilla y sal, una combinación que siempre me gusta, pero luego noté la textura crujiente de las setas y el sabor a nuez del que habla todo el mundo que haya comido muscaria.

Instintivamente cogí otra rodaja, y otra, y otra. Tuve que parar después de haber comido un sombrero entero. Estaban deliciosas. Pero había llegado el momento de esperar.

Los micólogos que habían hervido sus setas con poca agua y durante un tiempo insuficiente empezaron su viaje a los 20 minutos.

Así que me puse a ver un partido de fútbol en la televisión. Me preguntaba si los colores de las camisetas de los jugadores podrían desencadenar alguna alucinación rara.

Pero no. Miré mi reloj: habían pasado 45 minutos y no notaba nada. El partido estaba aburrido.

Luego me puse a ver una serie en la que decapitaban a un montón de vikingos en Inglaterra hace 1000 años, lo que en retrospectiva probablemente no era lo ideal si estaba a punto de empezar un viaje de setas.

Pero no. Miré otra vez a mi reloj: habían pasado dos horas y seguía sin notar nada. Si el viaje tenía que empezar, ya lo habría hecho.

Además, tampoco tenía dolor de estómago, ni ninguno de los otros síntomas de envenenamiento. Así que estaba claro que en mi primera experiencia culinaria con la Amanita muscaria, la preparación había sido un éxito.

Conclusión

Ahora bien, es posible que te preguntes por qué preferiría perder el tiempo preparando Amanita muscaria cuando acababa de hacerme con varios kilos de boletos.

Difícil de identificar

En primer lugar, la matamoscas es una de las setas más fáciles de identificar del mundo.

Incluso aunque tenga cierta variación en cuanto a colores, si te ciñes a las fases rojas y naranjas, la Amanita muscaria es inconfundible.

También las hay de color blanco y amarillo claro, pero no te recomiendo cogerlas.

Las amanitas blancas son casi siempre mortales, y es posible que confundir un ángel de la muerte con una muscaria blanca sea el último error que cometas.

En lo que respecta a las amarillas, es posible confundir la muscaria con la más tóxica Amanita pantherina, que no tiene un historial de uso culinario.

Grandes cantidades

Un segundo motivo para plantearme comer matamoscas es porque se trata de una seta grande que puede fructificar con shotgun en grandes cantidades.

Por lo tanto, pese al carácter alucinógeno de la Amanita muscaria, su consumo si se prepara bien es muy provechoso.

De hecho, en mi último viaje podría haber recolectado fácilmente cuatro bolsas de la compra, de las que podría haber disfrutado durante los días siguientes.

Y disfrutar comiendo es el principal motivo por el que preparo Amanita muscaria una o dos veces por temporada.

Es una seta deliciosa cuando se fríe en mantequilla, y sospecho que será todavía mejor preparada en conserva, sobre todo teniendo en cuenta la experiencia de los italianos y los rusos.

Cómo mínimo, será una buena anécdota para iniciar una conversación, ¿verdad?